

















Dalorian
La Semilla del Legado.
A veces las cosas ocurren como si existiese el destino pero esa palabra... es tan poderosa que sello el camino de algunos y les hizo perder su fe en algo mejor. Cada uno forja su sendero y sin medirlo con dar un solo paso... puede estar cambiando el presente de otro. Mi nombre es Dalorian Akarios y esta es mi historia.
Nací en el barrio oscuro de La Cumbre, una ciudadela gigante erigida en una montaña rodeada de muros casi impenetrables la cual era el núcleo de la corrupción y tiranía en todo el valle de Asharel. Allí reinaban los maeses más acaudalados que se enriquecían a costa de la explotación y el cobro excesivo de impuestos, usando la violencia a manos del Destacamento, un ejercito leal al oro sin pudor ante la matanza.
Mientras mi madre me tenía recién nacido, mi padre trataba de cambiar la injusticia actuando todos los días en la oscuridad de la noche permaneciendo anónimo organizándose con otras personas. Aunque mi familia era de origen humilde contó con la fortuna de haber aprendido a leer y a escribir. Ese conocimiento fue utilizado para tratar de plasmar valentía, conciencia, usando carbón en los ásperos muros de las calles principales donde caminaban nobles y guerreros. Aun así no obteniendo el impacto que se deseaba. Lo más importante que hecho raíces fue que mi familia compartió lo que aprendió a sus más cercanos entre ello lo vital para sobrevivir en esta putrefacción, luchar.
El tomar valor y conocimiento genero un movimiento que tomo fuerza y se creo una resistencia escurridiza que estaba dispuesta a correr el riesgo por una causa. Comenzaron a liberar prisioneros mal juzgados y animales cautivos con éxito pasando desapercibidos hasta que una noche, cuando los Akarios aprovecharon la oportunidad de la penumbra para liberar animales maltratados que vivían enjaulados a la intemperie fuera de los muros. La guardia se dio cuenta y apareció rodeandoles en demasía, pero los leones sueltos quienes habían sido alimentados anteriormente por aquellos seres de bien, les protegieron y generaron la oportunidad para que los libertadores escapasen y se perdiesen en la ciudad.
Luego de ese suceso, se encendió la mecha y comenzaron una serie de allanamientos del destacamento en todos los distritos para dar con la resistencia y acabar con ella, el miedo se olía, pues ellos sabían que podrían ser torturados hasta morir. Mis padres no querían que el ideal se desvaneciese asi que consiguiendo algo tan escaso como el papel en ese entonces, fabricaron un tomo, El Códice de un Nuevo Legado, con toda la experiencia colectiva aprendida y que buscaba perdurar a través del tiempo. Para mantener su resguardo se fundo La Nuova Legión, un grupo guerreros dispuesto a manchar sus propias manos de sangre y ser más macabro contra el mal que el mal en si. Estos bajo el estandarte de un León tribal, en honor a aquellos caídos que salvaron la vida de la resistencia esa noche.
La rebelión sabia que tenía los días contados dentro de la ciudadela, los ladrones y corruptos tenían ojos y oídos por todos lados. Ante el temor de que fuese quemado el códice y asesinados los niños se ingenio la manera de evacuar todo fuera de la ciudad. Mis padres dejaron mi cuidado al único amigo de plena confianza. Larenar "La Espada del pueblo", un ex guardia que conservaba antiguos contactos y era de los pocos que podía salir de la cumbre sin levantar sospechas. Otras familias armaron un carro con fondo falso e intentaron salir por otros medios.
Larenar cruzo las puertas sin mirar atrás ni titubear. Galopo los senderos y se topo con el carro destruido y sin nada. Muchas eran las incógnitas en su cabeza pero aun así continuó rumbo hacia las tierras del sur alejándose del peligro. Llegando al sector del cruce. Para poder criarme pagaba para quedarse en posadas y me dejaba a cargo de mujeres mientras hacía encomiendas, el me contó todo esto, me enseño a luchar a los golpes, a escribir, a leer el códice y ganarme la vida. Ya siendo más adulto yo estaba preparado para luchar junto a el en la búsqueda del resto, ya que pasaron años y no supimos de nadie más, ni un mensaje... ni una palabra.
Intentábamos la unificación; ayudar gente y compartirles nuestro ideal para que se expandiera es por ello que me envió a un viaje de varios días recorriendo los alrededores. Visite varios pueblos con gente que quería el cambio pero tenían miedo y no sabían luchar, así que regrese esperando saber cual era el siguiente paso, pero al hacerlo encontré unos mercenarios miserables, armados hasta el pescuezo muertos junto a Larenar...en el suelo también asesinado; La sangre se veía y al ver los ojos del sin luz me senté en el suelo y pregunte a los cielos por que la vida era tan injusta. Esa noche estuve pensando registre los cuerpos y uno tenía un mensaje de recompensa por la cabeza de La espada del pueblo. Cuando pude recuperarme del impacto en el amanecer sepulte a mi maestro con dolor, tome el códice que no había podido leer completamente y comencé a buscar respuestas, en una página decía - Hay un equilibrio en la vida hijo y en Asharel ese equilibrio no está, debe haber igualdad en nuestra gente y unión seas de donde seas, no deben dominar los rencores ni la discriminación. Eso hoy se gana luchando hijo, por que como equilibrio, esta la otra cara de la moneda y aquella tratara de impedir que lo logres por la por la fuerza o por la muerte. En estos tiempos mientras escribimos esto, estamos en peligro por ser conciencia para la gente e intentamos prevalecer. Lo más valioso que podemos dejarte es esto, un libro, el poder de la palabra te ayudara a no luchar solo; Debes continuar con este ideal y conocimiento, compártelo así como lo hicimos nosotros tu también lucha, pero sobrevive hijo. Quizás estemos vivos cuando leas esto quizás no, pero esperamos que tú salgas adelante, el legado contigo y en todas las mentes que lo conozcan. Nosotros luchamos contra gente mala, llena de odio y sin misericordia por la vida, por eso fundamos la Nuova Legion, un grupo de guerreros que deben hacer lo que debe hacerse, luchar por lo correcto para crear un equilibrio en el delgado filamento de la vida. Hay muchas desigualdades y tiranías que corregir, hazlo. -
Con amor, tus padres.
Revise bien el tomo y tenía espacios para continuar escribiendo, Larenar decía que también servía como un desahogo para los desamparados, el tenía una pequeña pluma, así que junto al amanecer, escribí mi descargo.
Códice de un nuevo legado. Título IV, Capitulo I, Desahogo.
Soy alguien exhausto, cansado de la injusticia, agobiado por las fronteras, los rencores del pasado y la corrupción. De la inconsciencia de los guerreros que se matan entre sí por renombre, de los tiranos que tratan como bufones a la multitud y los utilizan como fichas de un tablero, los que no valoran la vida de otro. De ver miedo en el iris de los niños cada vez que deambulo por una aldea, estos con la duda de que podría ser un guerrero que les salve o un asesino que les lapide para siempre.
En estos tiempos son pocos los que tienen una vida fácil... y feliz; Creo que muchos comparten este sentimiento que se sepulta en mi piel desgastados en una vida cruda con el corazón marchito tan frío como las tierras nevadas.
Una vez una campesina anciana me dijo ”Fuera del túnel de la oscuridad la vida es bella cuando no te dejas vencer por obstáculos y detalles sean mínimos o máximos, hay gente en peores condiciones, se un agradecido y valora lo que tienes, en serio".
Mientras trazo este manuscrito se que extravío tiempo valioso y que pueden haber alaridos de socorro que se desvanecen entre el horizonte, pero lo único que menciona mi conciencia es que no es en vano, que este manifiesto otorgará algo que meditar a su portador.
Si algún día dejo de palpar este mundo desconocido, espero que mi esencia en escritos no se esfume en el olvido sin haber hecho un bien a los demás.
Quería dejar tirados los cuerpos de los mercenarios, pero mi conciencia no me dejo, les di sepulto y emprendí camino hacía Eneran, una aldea pequeña en las estepas altas de Asharel. Entre a su taberna a platicar con la dueña y se me acerco Jacklant, un guerrero errante que no tenia nada que perder y en busca de algo por lo que vivir. El estaba en el mismo túnel que yo, no estaba solo así que tome la fuerza para renacer a la Legión.
Luchamos contra bandidos que intentaban saquear aldeas, nos revelamos contra los señores feudales que atormentaban a la gente, buscamos espadas que se sumaran a la causa y pasando los años nuestro número fue tan grande que feudos se desvanecieron con nuestra influencia y mentes se sumaron con la esperanza de un día liberar el valle haciendo justicia. Preparamos asesinos que matasen los señores tiranos para evitar derramar más sangre de la necesaria. Asediamos castillos hasta que llegamos a las mismísimas puertas de la cumbre.
Fueron cuatro noches tronando los muros con una lluvia de piedras en el sector más débil del primer muro, enviamos mensajeros para gritar a la población que abrieran las puertas y escapasen. Cuando cayeron los bloques y entramos a los callejones la gente inicio una rebelión interna ayudándonos a ingresar. Estaba todo tan cerca hasta que ocurrió lo peor que nadie se esperaba. Llego una horda de hombres mas altos y fuertes que los de tierras nevadas desde el noroeste, no sabíamos por que sendero, pero ingresaron al valle y masacraron a nuestros hombres y a los del destacamento por igual forzándonos a retroceder... Eran demasiados.
Llame la retirada y de norte a sur durante meses aguantamos oleadas incansables en de enemigos en fortines intentando desgastarles, no parecía hacer efecto; Cuando había un respiro, nos retirábamos a un castillo siguiente con los supervivientes. La ultima fortaleza al extremo sur que habíamos apodado La Casa de la Guardia fue el punto de reunión que nos quedaba.
Pasaron unas semanas hasta que un explorador nos dijo que se acercaban cientos de infantes que se divisaban hasta donde no le alcanzaba la vista. El ambiente era de llanto y miedo, miraba los ojos de los niños quienes tosían enfermos por haber tenido que huir hasta este sector donde el frío te calaba los huesos. Creíamos que no teníamos otra salida mas que luchar hasta la muerte pero los mineros encontraron un túnel hacia territorios desconocidos, así que tomamos la decisión de dividir fuerzas. Una caravana que escoltase a los indefensos a las tierras nuevas y una fuerza que enfrentase al enemigo para abatirles o ganar tiempo.
Nos organizamos con los lideres y concordamos que seguiríamos la estrategia de retiradas y contra ataques defensivos. El enemigo tenía dos entradas, el pantano de Gherr, en el cual pasaría una gran parte de las tropas enemigas que era perfecto para tomar ventaja y el paso montañoso, por donde era claro que aparecería su caballería y asedio. Preparamos arqueros y a Avasor el líder de infantería para que embocase al adversario en el pantano. Jacklant y yo al mando de la caballería preparamos la linea densa en el paso montañoso.
Todos... absolutamente todos en el pantano cayeron y nuestros hombres de asedio cuando veían que tales gigantes se aproximaban derrumbaron la salida del pantano con catapultasos.
Al siguiente día realizamos otra carga de caballería cuando los enemigos trasladaban el asedio, luchamos hasta que sonó el cuerno de la retirada como estaba planeado, se disperso el polvo y vi que Jacklant... se había quedado atrás con sus hombres sacrificándose adentrándose en la marea de enemigos. Ya estábamos demasiado cerca de las puertas y sabíamos que nos pisaban los talones, tuve las ganas intensas de volver pero un caballero toco mi hombre y me dijo. - Señor adalíd, el lo hizo por nosotros, no hubiesemos tenido tiempo de llegar a las puertas.- Tuve que tragarme ese sentimiento y decir palabras de aliento a mis hombres.
Resistimos tres noches, usamos cada ventaja que pudimos de la fortaleza hasta que nos vimos parapetados en la entrada del túnel. Faltaba poco para que se retiraran todos cuando un trebuchet pego en la entrada y vi caer las rocas; Corrimos a ver a los heridos y luego fue tal el estruendo que todo se derrumbo, y desperté... dentro del túnel con el paso sellado hacia Asharel.
La gente lloraba por los que habían quedado en el otro lado solos y gritaban de horror al ver gente aplastada. Fue terrible y una vez más... tuve que mantener la calma y soportarlo. Puedes dejarte caer ante tal dolor y no querer más, puedes querer morir también y poner fin a todo, hay unos que se posan en el suelo y siento ver su alma y anhelos perecer en ese instante. Si puedes resistir un momento como ese, hazlo toma esa decisión por que si otros no tienen esa fuerza y no tienen de quién afirmarse ahí quedaran. Así que seguí guiándoles hacía las tierras nuevas.
Llegamos a un terreno extenso con un horizonte interminable, y marchamos días solo para ver que este nuevo lugar era terreno de reyes y señores, más miseria de la misma. Nos preparamos para avanzar como una caravana nómada en búsqueda de la verdad de este nuevo mundo, debíamos defendernos y continuar el legado si queríamos recobrar fuerzas y encontrar la manera de volver hacía Asharel.
La misión continua, Nuova Legión eterna.










